En materia de relaciones públicas, comunicación e imagen, se pueden elegir diferentes caminos que, a priori, llevan al lugar deseado y, afortunadamente, cada agencia de relaciones públicas entiende la comunicación de forma diferente.

De esta manera, cuando se selecciona una agencia de relaciones públicas, no se está eligiendo un “nombre”o una determinada “puesta en escena”, se elige una filosofía de trabajo, es decir, la forma en que la empresa se relacionará con su entorno a través de los medios de comunicación.

Pero la realidad es que, a posteriori, los caminos ni son iguales, ni llevan al mismo lugar. Sólo los basados en la seriedad, la experiencia y el trabajo diario bien hecho, permiten atraer la atención y el interés de los diferentes colectivos objetivo y de la sociedad en general, sin tener que recurrir, para ello, a terceros que desvirtúan el mensaje y “canibalizan” la atención del público; ni, por descontado, a determinadas técnicas que a medio plazo terminan lesionando gravemente la imagen y credibilidad de la empresa ante los medios de información y la sociedad en general.